Cómo lo sé... es porque
pude sentir tus manos.
Por eso lo sé.
Tus manos hablan,
las mías también.
¡Qué manera de conversar
secretamente
paralelamente
a nuestra charla de
programadas
pablablabras!
Un durazno recién lavadito rodó derechito hacia la mugre del lejano Abajodelacama's world (... bancate la pelusa).
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